4 DE FEBRERO DE 1801
-El hermano menor del duque de Wells está interesado en ti-me cuenta Titania-Nanny me lo ha contado. Opina que lord Frederick acabará pidiendo tu mano en matrimonio antes o después.
Esto me lo cuenta cuando acude a mi habitación a desearme las buenas noches.
-¡Eso no te lo crees ni tú!-me río.
-Yo estoy enamorada del hermano de lord Frederick-me confiesa Titania-No me importa que tú estés con su hermano menor.
El vestido que he llevado puesto durante la cena descansa sobre mi silla de escritorio. Desde que llegó Titania a vivir con nosotros, compartimos doncella. Ha sido nuestra doncella quien me ha ayudado a quitarme el vestido. Me ha ayudado a ponerme el camisón. Ha soltado mi moño. Y me ha cepillado el cabello.
Llevo el cabello recogido en una trenza que descansa sobre uno de mis hombros. Estoy acostada en la cama cuando entra Titania en la habitación.
Acabo de terminar de arroparme con las mantas. La luz de la lámpara de mi mesilla de noche está todavía encendida.
-Yo no estoy interesada en lord Frederick-le digo a Titania-Y, para que te quedes tranquila, te puedes quedar con lord Alexander. Me cae mal.
-¡Lord Alexander es el hombre más apuesto del mundo!-exclama mi prima con arrobo-Sé que está enamorado de mí. Antes o después, vendrá aquí. Y le pedirá a mi tío Edward que le entregue mi mano en matrimonio.
-¿En serio lo crees?
Titania se sienta a mi lado en la cama. Sus ojos brillan al pensar en lord Alexander.
No quiero pensar en lord Frederick. Después de todo, casi no le conozco. Todo lo que sé de él es por lo que me ha contado Titania. Apenas le he visto unas cuantas veces desde que empezó el año. En mi opinión, se trata de un hombre muy agradable. Y no voy a negar que se trata de un hombre muy apuesto. ¡Pero eso no significa que me haya enamorado como una tonta de él! Las tonterías románticas no están hechas para mí.
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