sábado, 7 de junio de 2014

FRAGMENTO DE "LA MUJER SIN CORAZÓN" (ENTRADA PROGRAMADA)





-Todo está bien-pensó Mónica-No estás con Robert. Estás con Stephen. No son la misma persona. Stephen no te hará daño, pero Robert sí te lo hacía.
                       Los dos yacían acostados en la cama de Stephen.
                       Yacían medio desnudos.
                       Stephen se acercó a ella en ese momento y depositó un beso en su cuello y mordisqueó suavemente su oreja. Mónica se estremeció de placer. Era una sensación conocida. Él la abrazó y la besó con dulzura. Mónica correspondió al beso y al abrazo. Y lo hizo con fuerza y con pasión. Siempre había sido muy apasionada.
-Tengo miedo de volver a sufrir por culpa de un hombre-se sinceró Mónica. Pero no quería sincerarse del todo por el momento-No quiero sufrir, Stephen. ¿Me entiendes?
-Te entiendo-le aseguró el hombre.
-No me hagas más preguntas.
-Respetaré tu silencio.
-Te lo agradezco.
-Tengo la sospecha de que un hombre te destrozó la vida en el pasado. No sé cómo fuiste a su lado, pero intuyo que no fuiste feliz. Yo haré lo imposible para que seas feliz, mi querida Mónica. Estuviste con un inútil. Si no supo hacer las cosas bien, no sería por tu culpa. Yo no sé si lo estoy haciendo bien. He estado con muchas mujeres, pero creo que pude haber hecho algo mal.
-¡Hacemos una buena pareja!
                       Los dos se echaron a reír. Mónica no deseaba pensar en nada.
                      Stephen la amaba. Stephen se preocupaba sinceramente por ella. Y eso le asustaba. No podía amarle con todo su ser porque tenía miedo de volver a sufrir. Ya había escapado del amor cuando Scott se le declaró en Leeds. No quería tener que volver a huir.
                     Stephen se colocó encima de ella. Mónica borró de su mente cualquier pensamiento coherente. Sintió las manos del hombre acariciándola.

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