miércoles, 25 de febrero de 2015

VOLVER A AMAR

Hola a todos.
Retomo mi relato Volver a amar tras unos días de no dar señales de vida por este blog.
Quiero subirlo del todo a lo largo de esta semana. He calculado mal. Pensaba que sería suficiente con subir dos o tres trozos, pero es más largo de lo que pensaba.
Hoy, vamos a ver cómo siguen las cosas entre Gaston y Anna. Está más cerca el final.
Es un fragmento un poquito más corto que de costumbre.

                                Anna no quiso compartir con su familia lo que estaba ocurriendo entre Gaston y ella.
                                Debía de verle todos los días y su sola presencia la ponía nerviosa. Trataba de pensar en Belinda. ¡Era el marido de Belinda! ¿Cómo podía mirarle de aquel modo?
                               ¿Por qué necesitaba verle a todas horas?
                               Mister Ivers sospechaba que algo raro le pasaba a su yerno. Trató de hablar con él.
                               Una vez, Anna fue a visitar a los Ivers. Mister Ivers se dio cuenta de que había algo raro entre Gaston y Anna.
                               Su forma de mirarse. El modo en el que Gaston besaba las manos de Anna. Todo ello le pareció muy llamativo. Se metió en el despacho con Gaston al día siguiente.
-Si tu deseo es volver a casarte, no te quepa la menor duda de que ni mi mujer ni yo te lo echaremos en cara-le aseguró-Es lo que Bel habría querido.
-No quiero volver a casarme, señor-replicó Gaston.
-Eres un hombre joven y eres bueno. Tienes derecho a rehacer tu vida.
                          Los recuerdos de su vida en común con Belinda pasaron a gran velocidad por la mente de Gaston. Habían sido muy felices durante el tiempo que había durado su matrimonio.
                          Aún así, no podía olvidar lo rígida que se ponía Belinda cuando acudía a su cama.
                          Cuando, al besarla, su lengua se colaba en el interior de su boca.
                          Por su cabeza, pasó la imagen de él mismo con Anna.
                         Estrechando entre sus brazos a Anna y la sangre se agolpó en sus mejillas.
-Tienes derecho a rehacer tu vida-sentenció mister Ivers.
-Señor, yo siempre querré a Bel-afirmó Gaston.
-Estoy contento. Amaste a mi hija y ella vive en tu corazón. Me duele tener que decirte que debes de seguir con tu vida. Pero es lo que Bel habría querido. Verte feliz.

1 comentario: