Hola a todos.
Hoy, os traigo un nuevo fragmento de mi relato Volver a amar.
En esta ocasión, veremos cómo Gaston y Anna se dejan llevar por sus sentimientos.
¡Vamos a ver qué pasa!
-Milady...-dijo Gaston cuando se encontró a la tarde siguiente con Anna-¡Qué sorpresa más agradable!
Se vieron en la orilla del río Támesis. Anna había salido sola a dar un paseo.
-Me alegro mucho de verle, Gaston-afirmó la joven-Mi madre dice que no debería de salir sola. Después de todo, soy una dama. Aunque no me agrade del todo la idea.
La temperatura era agradable.
Anna llevaba cerrado su parasol. Para su sorpresa, se fijó en que Gaston no llevaba puesto el chaleco. Incluso, se había quitado la chaqueta. Los botones de su camisa estaban abiertos hasta la mitad.
Anna se puso roja como la grana. He cometido un error, pensó con nerviosismo.
-Deberías de componerte un poco-le sugirió.
-¿Componerme?-se extrañó Gaston.
-Ponerte, por lo menos, la chaqueta.
-Entiendo.
La respiración de Gaston se hizo más acelerada. Casi sin darse cuenta, Anna se fue acercando poco a poco a él. No había vuelto a estar con ninguna mujer desde que Belinda cayó enferma. El deseo que llevaba tanto tiempo reprimiendo afloró sin darse cuenta.
Su experiencia con las mujeres había sido escasa antes de conocer a Belinda. Jamás le fue infiel a su mujer. El dolor por su pérdida había dejado enterrada su libido.
Hasta que apareció Anna. Anna...Y se dio cuenta de que la estaba mirando como un hombre mira a la mujer que desea.
Sin embargo, no se trataba sólo de mero deseo carnal. Se trataba de algo más profundo. Lo que había sentido por Belinda. Lo que todavía sentía por ella. Le parecía demasiado poco comparado con lo que estaba sintiendo en aquellos momentos. Anna le miró con fascinación.
Una ola de calor recorrió el cuerpo de Gaston cuando sus ojos se encontraron con los ojos de Anna. Se trataba de una dama joven. Anna era virgen. Sin embargo, a pesar de todo, se dejó llevar por sus instintos.
Gaston se acercó a Anna y la joven no hizo nada. No quería hacer nada. Lo estaba deseando.
Los labios de Gaston se apoderaron de los labios de Anna con verdadera ansia.
No había nadie. Estaban ellos dos solos.
El corazón de Anna comenzó a latir a gran velocidad. Con mucha facilidad podía apartarse de Gaston.
Podía alejarse de él. Pero no lo hizo. No quería hacerlo.
Como soy algo bruja, mañana, lo prometo (no me va a pasar como me ocurrió con No te vayas) seguiré subiendo más fragmentos. Y veremos lo que ocurre entre Gaston y Anna.
Uy me gusta mucho esta historia, veamos que pasara con Ana. Te mando un beso
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