Hola a todos.
Hoy, no os traigo ninguna canción.
Me gustaría compartir con vosotros esta frase que resume a la perfección la diferencia entre el deseo carnal, siempre efímero, y el verdadero amor, el que siempre permanece.
La pronuncia uno de los grandes filósofos españoles del siglo XX, José Ortega y Gasset.
El deseo muere automáticamente cuando se logra: fenece al satisfacerse. El amor en cambio, es un eterno insatisfecho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario