Hoy, me gustaría compartir con vosotros otra escena eliminada de mi novela El final de los buenos tiempos.
La considero un tanto fantasiosa y no encaja con cómo era realmente la televisión en la década 1930.
La novela transcurre en ese periodo de tiempo y se habla un poco acerca de la programación de la BBC, que lleva pocos años entonces funcionando.
Aquí os dejo con el fragmento en cuestión:
Entre semana, se emitían programas de corte periodístico. Los cómicos más famosos del país aparecían de vez en cuando en programas de corte cómico haciendo alguna de las suyas. De vez en cuando, se pasaba alguna película reciente. O se pasaba un ciclo de cortos perteneciente a algún conocido actor. Se veían debates. Y había programas de cocina para las mujeres. O de cómo vestirse y maquillarse. La programación terminaba a las doce de la noche. Los domingos se transmitía
La televisión emitía cortos de animación protagonizados por personajes tales como Mickey Mouse. Pero eso ocurría los fines de semana.
Un rato después, empezó el pase de una película. Se trataba de Nosferatu, de Mornau.
Como a Judith no le
gustaba el cine de terror, se levantó del sofá y se despidió de lady Anne
besándola dos veces en las mejillas.
-¿No te quedas a ver conmigo Nosferatu?-le preguntó lady Anne a su
amiga-Se decía que el protagonista era un vampiro de verdad. ¿Te lo puedes
creer?
-A mí no me gusta el cine de terror-respondió Judith-Pero me gusta mucho
la televisión. Y sí me creo que Mornau contratase a un vampiro de verdad para
su película. Los directores de cine buscan realismo a la hora de rodar una
película. No le puedo culpar por haber querido ser realista. ¡Oh, Annie, muchas
gracias por esta velada!
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