sábado, 25 de octubre de 2014

ESCENA ELIMINADA DE MI NOVELA "EL FINAL DE LOS BUENOS TIEMPOS"

Hola a todos.
Hoy, me gustaría compartir en este blog con vosotros una escena eliminada de mi novela El final de los buenos tiempos. 
Deseo de corazón que os guste.

DEL DIARIO DE LORD WILLIAM DUNNING, DUQUE DE STANYON

DURANTE LA DÉCADA DE 1920

         Tiene el cabello de color castaño oscuro. Es un cabello larguísimo (le llega hasta los muslos) y el efecto de sus caderas contoneándose al andar (estoy seguro de que lo hace aposta) con su cabello castaño flotando al viento resultaría devastador para cualquiera. Para mí.
            Me fijé en que esta tarde llevaba puesto un vestido bastante escotado, dejando entrever un par de voluptuosos pechos. ¡Y yo he tocado esos pechos! Me saluda con descaro. Es una coqueta.
            Quiere ser actriz. Su sueño es triunfar en Hollywood. Aquella ciudad construida en las colinas de Los Ángeles se ha convertido en su objetivo. Dice que se ha puesto un nombre artístico, Belinda. Me gusta ese nombre. Se lo digo. Ella me sonríe con picardía. Me cuenta que había barajado otros nombres artísticos. Se ha presentado a numerosas pruebas. Aún no ha tenido éxito.
            Al sentarse en el banco, se levantó la falda y pude observar unos muslos blancos. Los ojos de Josie son de color ámbar brillante, me recuerdan a los ojos de una gata. Coronan sus ojos unas pestañas de color castaño, largas y doradas. Se parece a Pola Negri.
-Me muero de ganas de que me lleves esta noche al club-me dijo Josie-Yo quiero que todo el mundo me vea contigo.
            Y lo que más deseo en el mundo es que todo el mundo me vea con Josie.
            Durante un buen rato, permanecimos en silencio, escuchando las campanadas del Big-Ben. En los troncos de los árboles, los pájaros cantaban alegremente. Josie olfateó el ramo de margaritas que le había regalado.
            Me fijé en su escultural figura. Está muy desarrollada. Quizás se desarrolló pronto.
            Me llama la atención desde la primera vez que la vi. Me mira con sus dulces ojos. La beso en las mejillas. Tiene la mirada miope. Siento que ella me conoce mejor que nadie, mejor que yo mismo. Esta tarde, la mano me ardía del deseo que se apoderó de mí de acariciar su pelo. Me gusta jugar con su pelo. Es esbelta. Bien proporcionada. Tiene una salud de hierro. Me fijé en su tono de piel. Está morena.
            Dejamos pasar el tiempo. Pasó despacio. Josie se recostó en el banco en el que estábamos sentados. Pensé que iba a quedarse dormida. Se quedó más bien adormilada. El ramo de flores yacía entre sus muslos. Me levanté, fui al surtidor y bebí agua, más por hacer algo que por sed. Las campanas del  Big-Ben volvieron a sonar. Los pájaros hacía rato que habían dejado de trinar y ya sólo se oía el zumbido del vuelo de alguna mosca. Josie se espabiló, cogió su ramo de flores y volvió a olerlo.
-Quiero que nos casemos-ataqué.
-Sabes de sobra que no podemos casarnos-me recordó Josie.
-¿Por qué no puedo casarme contigo?
-Soy una actriz y tú eres duque. Lo nuestro no funcionaría.
-Estamos en pleno siglo XX. Y quiero pasar el resto de mi vida a tu lado.
-La gente hablará de nosotros.
-¡Me importa muy poco lo que un montón de imbéciles diga de mí! Yo te adoro, Josie.
-Será mejor que volvamos a casa. Te estarán esperando.
            Josie se puso de pie.
-Acabaremos casándonos-afirmé-Tú y yo hemos nacido para estar el uno junto al otro. Somos almas gemelas, Belinda. Seríamos muy infelices al lado de otras personas. Por favor, piensa en lo que te he dicho. Nos queremos. Merecemos ser felices juntos. Merecemos darle a nuestro amor una oportunidad.
       No pienso en mis padres. Ellos no quieren que me case con Josie. Hablan de buscarme una esposa. Una mujer a la que nunca amaré.
            Soy el duque de Stanyon.
            Soy libre de elegir.
            Puedo hacer las cosas a mi antojo, si me apetece.
            Ya he tomado una decisión. Elijo casarme con Josie. De haber vivido su hijo, sería mi heredero. Aquel niño no llevaba mi sangre. Pero, durante meses, cuando aún estaba en el vientre de Josie, lo quise como si fuera mi hijo. Porque era el hijo de Josie. El quién lo engendró nunca me importó.
            Es con Josie con quien me voy a casar. Ella no se lo cree.
            Pero no tardará en creérselo. Nos casaremos en la catedral. Asistirán cientos de personas a la boda. Luego, viajaremos por toda Europa durante nuestro viaje de novios. Será una boda por todo lo alto.
            Josie será la perfecta duquesa de Stanyon. Acabará cediendo.
            No puede negar que está enamorada de mí. Que los dos nos pertenecemos mutuamente. No sabría vivir sin Josie. Y quiero pensar que este amor que siento tan grande por ella es correspondido.
            Josie no puede viajar a Hollywood. ¡No puede dejarme aquí!

            ¡Nos vamos a casar! ¡Ella será mi duquesa! ¡Ojala pueda hacérselo entender!

 

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