martes, 29 de diciembre de 2015

BEAU BRUMMELL EN CALAIS

Hola a todos.
El día de hoy está dedicado a uno de los personajes más famosos de la Inglaterra de principios del siglo XIX.
Se trata del Árbitro de la Elegancia Beau Brummell.
En mi blog "Ecos del pasado", le estoy rindiendo un particular homenaje evocando sus momentos de mayor gloria.
En esta ocasión, me gustaría hablaros un poco de su declive.
Beau Brummell murió en un hospital de la caridad de Caen tras haber sufrido dos apoplejías a consecuencia de una sífilis mal curada.
Años antes, había perdido toda su fortuna. Había perdido a su mayor protector, el Príncipe George. Éste le retiró la confianza que había depositado en él.
Se sabe que estuvo en la cárcel de Caen. Los acreedores le persiguieron hasta Francia.
Pero, tras arruinarse, estando en Inglaterra, empezaron sus problemas. Ya no podía contar con nadie.
Sólo salía por la noche. Los acreedores le perseguían a todas partes. Tenía muchas deudas. Tuvo que vender los muebles. Después de eso, partió a la ciudad de Calais.
Beau Brummell no cambió. Quería seguir viviendo la gran vida. No estaba en Londres. Pero siguió disfrutando de una vida de lujo en Calais.
Le sacaba dinero a los ingleses que conocía en la ciudad. Todos caían ante su encanto. Era un hombre muy carismático. Y hacía buen uso de su carisma.
Se levantaba a las nueve de la mañana. Seguía tardando horas en vestirse. Daba un paseo por la ciudad. Le gustaba comer bien. Sus cenas eran opíparas.
Todo eso costaba un dinero.
Logró convertirse en cónsul en la ciudad de Caen, adonde se fue a vivir. Como ya se ha visto, las cosas fueron a peor allí.
Sus ingresos eran escasos. Y su estilo de vida era disoluto y despilfarrador. Ello le condujo al desastre. Nunca aprendió.

 

Una foto de la tumba de Beau Brummell, que está enterrado en la ciudad francesa de Caen.

1 comentario:

  1. Supongo que después de vivir bien, aunque perdiera todo, costaba adaptarse a ser pobre. Un beso.

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