viernes, 7 de noviembre de 2014

ESCENA ELIMINADA DE "EL FINAL DE LOS BUENOS TIEMPOS"

Hola a todos.
Hoy, os traigo otra escena eliminada de mi novela El fina de los buenos tiempos. 
¡Vamos a ver lo que pasa!

-Comamos algo-le sugirió lord William a su mujer-Me muero de hambre.
            Él y lady Anne dieron cuenta en el comedor de su casa de una bandeja de sándwiches. Lady Anne cogió un sándwich. Le dio un mordisco.
-Está bueno-afirmó.
-¿Sabes algo de Jonah?-le preguntó lord William.
-Hace días que no le veo.
-No va al hospital a ver a Judith. No llama a sus padres. Tampoco llama a sus hermanos. Estoy preocupado por él. Tengo miedo de que haga una locura. O que la pueda cometer. Su forma de pensar…No me gusta…Parece haberse vuelto loco. Lo sé. Sir Jonah no es el único que piensa así. Algunos amigos míos también piensan como él. Creen que Hitler nos puede ayudar. Inglaterra ya no es la gran potencia que era hace un siglo. Cada cosa tiene su tiempo y su época. Parece que nadie lo entiende.
-Dudo mucho que Jonah pueda trabar relaciones con los nazis. ¿Tú crees que sería capaz de hacer eso?
-Jonah no está en sus cabales. Cuando una persona pierde el juicio es capaz de cometer alguna tontería. Lo de Judith…Le ha trastornado. Y mucho…Estoy preocupado por él. Es un buen chico. Ya es mayor, sí. Lo admito. Pero le veo más como un crío que como un hombre adulto. Luchó duro por ser feliz al lado de la mujer que ama. Y, ahora, parece haberlo enviado todo al Infierno. Y eso me preocupa.
            Lord William cogió un vaso que tenía lleno de limonada y bebió un sorbo. Le había echado cubitos de hielo a la limonada. Así estaba más fría. Le gustó.
-Me preocupa que pueda haber guerra en Europa-continuó hablando-Inglaterra no vive al margen de lo que pueda pasar allí. Alemania bombardeó una vez Londres durante la pasada Gran Guerra. Antes, había bombardeado otras ciudades inglesas. Son muchas las colonias inglesas que reclaman su independencia. Inglaterra salió victoriosa de la Gran Guerra. Pero ha sido herida de gravedad en el aspecto económico y en el aspecto moral. Y, para colmo de males, la crisis económica nos ha afectado muchísimo. No podemos meternos en otra guerra. ¡Sería el fin! Aunque queda ya poco del otrora poderoso Imperio Británico.
-¿El fin dices?
-De nuestro Imperio…De nuestro Universo…De nuestra civilización…Todo lo que conocemos…Todo lo que somos…Está a punto de desaparecer.
-¿Del Imperio? ¿Cuál Imperio?
-El Imperio Británico.
-Yo soy estadounidense. No soy inglesa. No formo parte de lo que tú llamas Imperio Británico. Hablo inglés. Vivo aquí, en Londres. Estoy casada contigo. Pero no soy inglesa.
-Estados Unidos formó parte durante mucho tiempo de la Corona Británica. No lo olvides. Fue la primera colonia que se independizó. Ahora, todas nuestras colonias quieren también independizarse. Te confieso que no sé qué pensar. Soy un inglés chapado a la antigua, muy clasista. No estoy, por el contrario, a favor de que un país sea colonia de otro país. Pero, volviendo al origen de todo, como inglés, no quiero perder algo que considero mío.
-Estados Unidos también tiene colonias. Somos colonialistas. Tuvimos buenos profesores. Mata a los nativos y quédate con lo que es de ellos. Si no los puedes matar, esclavízalos. Y viola, de paso, a sus esposas. Piensa. Estados Unidos es, ahora mismo, un Imperio. Salimos victoriosos también de la pasada Gran Guerra. Hemos superado con éxito una gravísima crisis económica. El Presidente Roosvelt nos ha ayudado con su New Deal.  Dale trabajo a un hombre, decía. No recuerdo el nombre de qué cantante lo decía. Mi hermana Lanie lo vio en el cine. ¡Igual que un cómico que imitaba muy bien a los analistas! El final de la crisis está a la vuelta de la esquina. ¡Menudo error!
-Hawai…Alaska…Son colonias estadounidenses. Pues sí. Tienes razón, Anne Habéis aprendido de los mejores profesores. Los ingleses. Mata a los nativos. Viola a sus esposas. Y quédate con lo que es de ellos.
            Mientras lord William y lady Anne hablaban, iban dando cuenta de la limonada y de los sándwiches que les habían preparado. 

miércoles, 5 de noviembre de 2014

ESCENA ELIMINADA DE MI NOVELA "EL FINAL DE LOS BUENOS TIEMPOS"

Hola a todos.
Hoy, os traigo una nueva escena eliminada de mi novela El final de los buenos tiempos. 
En esta ocasión, vemos a lord William y a lady Anne cenando.
¡Vamos a ver lo que pasa!

                                     Durante el almuerzo, comieron de postre melocotones en almíbar.
            Estaban muy frescos. Habían permanecido mucho tiempo en la nevera. La cocinera los había comprado una semana antes. Pero los había abierto aquel día.
-¡Están muy fríos!-exclamó lord William, apenas hubo probado los melocotones-Es como comer helado de melocotón. No lo niego. Están muy ricos. Pero están helados. Nunca antes había probado unos melocotones igual. Supongo que se debe a la nevera que tenemos. Es muy potente. ¿No te parece, querida?
-Es una buena nevera-contestó lady Anne, con apatía-Todo lo que tenemos aquí es muy bueno. La nevera…El televisor…La aspiradora…
-Tenemos una casa típica del siglo en el que estamos. Antes, no había televisor. No había radio.
-Tenemos una casa con todas las comodidades posibles.
-¿Le pides algo más a la casa?
-Le pido que sea más cálida...Esta casa es muy fría…No se respira amor en ella…Supongo que se debe al hecho de que no tenemos hijos. Los niños siempre animan una casa por fría que sea. Siempre están corriendo… Saltando…Se ríen…Hacen travesuras…
-Me disculpo otra vez contigo, Annie. Siento no poder darte un hijo porque sé que es tu deseo ser madre.
-Soy yo la que se disculpa contigo, William. Tampoco puedo darte el heredero que tanto anhelas.
-¿Qué piensas al respecto, querida?
-Podrías divorciarte de mí por ser estéril y buscarte a otra mujer que sea fértil.
-Tú también podrías divorciarte de mí por ser estéril y buscarte a otro hombre que sea fértil. Los dos somos incapaces de engendrar un hijo.
-No hago más que pensar en los niños que no hemos podido tener. Se me rompe el corazón cuando pienso en ese tema. ¿Por qué no podemos tener hijos, William?
-El médico afirma que se debe a tu útero está mal formado. Yo tuve paperas de pequeño. Eso me dejó estéril de por vida. Puedo mantener relaciones íntimas con cualquier mujer. Pero no puedo dejarlas embarazadas. Jamás tuve hijos con Josie. Por eso, quise adoptar al hijo que ella estaba esperando y que, por desgracia, nació muerto.
-No quiero seguir pensando en hijos ni en nuestros problemas para tenerlos. Cambiemos de tema. Háblame de otra cosa.
-¿Quieres que hablemos de fútbol?

lunes, 3 de noviembre de 2014

NO HAY UN LOBO TAN FEROZ NI TRES CERDITOS IGUALES

Hola a todos.
Aprovechando que en algún momento entre lo que queda de año y el año que viene Antena 3 emitirá la serie Cuéntame un cuento, donde en cada capítulo se relata los cuentos tradicionales que todos conocemos desde una perspectiva más actual y más realista, me he animado a hacer esta entrada.
El primer episodio está dedicado al cuento Los tres cerditos, pero visto desde otra perspectiva, ya que los tres cerditos son, en este caso, tres atracadores de banco que actúan ocultos bajo la máscara de un cerdo.
En este vídeo que os traigo de Youtube, se trata de un corto animado del año 1932 donde se cuenta el cuento tal y como lo conocemos.
Espero que disfrutéis con el cuento.


domingo, 2 de noviembre de 2014

ESCENA ELIMINADA DE MI NOVELA "EL FINAL DE LOS BUENOS TIEMPOS"

Hola a todos.
Aquí os traigo una nueva escena eliminada de mi novela El final de los buenos tiempos. 
Sigue teniendo mucho que ver con la programación de la BBC a finales de la década de 1930.

                                  A continuación, se proyectó una película. El gabinete del doctor Caligari. Era de terror. A lady Anne no le gustaban las películas de terror. Pero la vio entera porque se aburría. No le apetecía salir a la calle.
 -Pero he visto la película que han pasado después del noticiario.
-¿Y qué película han pasado?
-Una comedia de Ernest Lubistch. Los peligros del flirt. Muy graciosa. Por lo menos, no han emitido ninguna película de terror. Odio las películas de terror. No me gustan. Me dan miedo.
-¿Y de qué iba la película?
-Un poco como todas las comedias de enredo. Malentendidos, romances, situaciones disparatadas…

sábado, 1 de noviembre de 2014

ESCENA ELIMINADA DE "EL FINAL DE LOS BUENOS TIEMPOS"

Hola a todos.
Hoy, me gustaría compartir con vosotros otra escena eliminada de mi novela El final de los buenos tiempos. 
La considero un tanto fantasiosa y no encaja con cómo era realmente la televisión en la década 1930.
La novela transcurre en ese periodo de tiempo y se habla un poco acerca de la programación de la BBC, que lleva pocos años entonces funcionando.
Aquí os dejo con el fragmento en cuestión:

                               Entre semana, se emitían programas de corte periodístico. Los cómicos más famosos del país aparecían de vez en cuando en programas de corte cómico haciendo alguna de las suyas. De vez en cuando, se pasaba alguna película reciente. O se pasaba un ciclo de cortos perteneciente a algún conocido actor. Se veían debates. Y había programas de cocina para las mujeres. O de cómo vestirse y maquillarse. La programación terminaba a las doce de la noche. Los domingos se transmitía la Misa. El lugar escogido era la Iglesia de San Jorge.
                         La televisión emitía cortos de animación protagonizados por personajes tales como Mickey Mouse. Pero eso ocurría los fines de semana.
                          Un rato después, empezó el pase de una película. Se trataba de Nosferatu, de Mornau.
            Como a Judith no le gustaba el cine de terror, se levantó del sofá y se despidió de lady Anne besándola dos veces en las mejillas.
-¿No te quedas a ver conmigo Nosferatu?-le preguntó lady Anne a su amiga-Se decía que el protagonista era un vampiro de verdad. ¿Te lo puedes creer?
-A mí no me gusta el cine de terror-respondió Judith-Pero me gusta mucho la televisión. Y sí me creo que Mornau contratase a un vampiro de verdad para su película. Los directores de cine buscan realismo a la hora de rodar una película. No le puedo culpar por haber querido ser realista. ¡Oh, Annie, muchas gracias por esta velada!