jueves, 17 de septiembre de 2015

DIARIO DE CRISTINA

Hola a todos.
Aquí os traigo una nueva parte de este curioso y surrealista proyecto que tengo entre manos, aunque irá avanzando muy despacio.
La realidad y lo imposible parecen fusionarse ante la mirada perpleja de Cristina.

13 DE JULIO DE 2013

                            Nunca me he considerado a mí misma como una devota lectora de novela romántica. Es cierto que me gusta escribir algún que otro relato romántico. Y siempre he sentido una gran fascinación por las novelas de Karen Robards. 
                          He escrito varios fanfics a partir de parejas creadas por Karen Robards. 
                         Nunca he pensado en escribir una novela en serio. Me registré en una web que se dedica a publicar fanfics cuando empecé a salir con Alex. Del mismo modo que yo traté de respetar su pasión por el anime, él trató de respetar mi pasión por escribir fanfics. ¿Lo puedo llamar pasión? Creo que sí. 
                         Esta semana, encontré en una libreta un fanfic que había escrito poco antes del fatídico viaje que emprendió Alex a las islas Columbretes. Los protagonistas eran Stuart y Jessica. ¡Adoro a esta pareja! Son los protagonistas de mi novela favorita de Karen Robards, Canción del amanecer. No la tengo. 
                         No he pensado en comprármela. El motivo es que voy con frecuencia a la biblioteca y la saco. En mi fanfic, Stuart y Jessica viajan a Europa. Deciden instalarse en Londres. Y hay varios caballeros que están prendados de la hermosura de Jessica. Y Stuart, claro, se pone celoso. 
                       Pensé que el pasar la historia al ordenador me serviría para no pensar. No podía quitarme de la cabeza la manera en la que había muerto Alex. ¡Ni el propio forense encontraba una causa razonable! En lo único en lo que podía pensar era en que Alex estaba muerto. Todavía no sé los motivos que le empujaron a ir a visitar esas islas. ¿Qué había allí? 
                     Pasé a word mi relato. Y, entonces, decidí subirlo a la web de fanfics donde estoy registrada. Llevo casi tres meses sin meterme en ella. Por suerte, recordaba mi contraseña y entré sin dificultad. Subí mi relato. 
                     Por curiosidad, decidí darme una vuelta por la web. Quería ver los fanfics que habían subido nuevos. Algunos fanfics eran de Harry Potter. La mayoría de fanfics eran de Bella y Edward. Había chicas que escribían historias en las que se enrollaban con miembros de One Direction. 
                     Me llevé una grandísima alegría cuando vi que habían subido un nuevo fanfic de Karen Robards. No soy la única que sube fanfics de esta autora a la web. Y me gusta leer historias nuevas. Ya había leído una preciosa historia donde se cuenta cómo Gabriella conoce a la familia de Nick. Si alguien ha leído Escandaloso, sabrá que son ellos los protagonistas. 
                    Por algún motivo, me sentí a gusto escribiendo aquel fanfic.
                   Necesitaba evadirme un rato de mi vida real.
                   De pronto, todo a mi alrededor había cambiado. Mi novio había muerto de manera extraña. Necesitaba pensar en otras cosas.



                         Estuve metida en la web durante tres horas. Tuve que quitarme porque era la hora de la cena. Mis padres no querían dejarme sola ni un solo instante desde que murió Alex. Y mi hermano mayor, Tomás, estaba muy sobreprotector conmigo.
                         Todos me miraban con cara de pena. Y yo no lo soportaba. 

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